Miércoles, 17 de mayo de 2023
Rights International Spain (RIS) publica los resultados de una encuesta realizada a alrededor de 40 organizaciones de todo el Estado español y que señala la pervivencia de criterios étnicos y raciales en la actividad policial.
En línea con el trabajo que viene realizando la organización desde hace años en la lucha contra las paradas e identificaciones discriminatorias, el 18 de noviembre de 2022 RIS lanzaba una encuesta destinada a colectivos y organizaciones que luchan contra el racismo y por la defensa de los derechos humanos que permaneció activa durante dos meses. Los resultados señalan un trato desproporcionado y desigual en la actuación de las diferentes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).
Un 97% de las respuestas obtenidas confirman la existencia de esta práctica en sus territorios. Cerca de la mitad lo hacen porque en algún momento de su actividad recibieron quejas o denuncias de víctimas de perfilación étnica y racial a manos de los diferentes cuerpos policiales (47%). En un 35% de los casos alguna persona integrante de la organización fue testigo directo de la actuación, mientras que un 8% tiene conocimiento de esta práctica porque alguien de su entorno lo ha vivido.
Para las organizaciones participantes, una de las mayores barreras en la lucha contra esta práctica es la ausencia de datos desglosados en raza y etnia que sean recogidos por parte de las administraciones públicas, postura que redunda en la falta de transparencia y dificulta la rendición de cuentas, al tiempo que impide tomar decisiones basadas en datos objetivos. Una carencia que se ve contrarrestada por la constante recepción de testimonios de quienes acuden a ellas a denunciar y en busca de apoyo.
En cuanto a cuál es el “perfil” más parado e identificado, en base a las informaciones de las que disponen las diferentes organizaciones, se trataría de hombres de entre 16 y 40 años, percibidos como «magrebís, negros, latinos y gitanos». Si bien esta práctica también se da en mujeres, las paradas e identificaciones por perfil étnico y racial es una práctica policial que se dirige principalmente a varones. Llegando a afectar incluso a menores de edad.
En cuanto a los lugares donde se dan estos controles son muy variados, si bien se destaca las inmediaciones del transporte público. Asimismo, se dan en todo el espacio público en general, afectando a barrios con mayor presencia de personas migrantes y racializadas. La Policía Nacional es el cuerpo más señalado por las organizaciones como quien realiza el grueso de estas identificaciones discriminatorias, seguido de las policías locales de los diferentes territorios.
Para luchar contra las graves consecuencias sociales e individuales que genera la perfilación étnica y racial, las organizaciones apoyan la implementación de tres medidas fundamentales destinadas a combatir esta práctica:
- Reconocimiento institucional y explícito de la existencia de controles policiales discriminatorios.
- La creación de mecanismos independientes que controlen la actividad policial.
- El uso de formularios de parada que recojan datos desglosados por raza y etnia en las paradas e identificaciones como los que ya se han puesto en marcha en el Programa para la Identificación Policial Eficaz (PIPE).